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jueves, 25 de abril de 2013

Homenaje por jubilación

Mis Mizuno Wave Inspire 7 han sido jubiladas. Yo, que nunca he sido capaz de terminar un boli Bic antes de perderlo o mordisquearlo hasta su desintegración. Pero creo que, después de haberme servido para preparar un par de medias maratones y correr con ellas media docena o más de carreras populares, las veteranas japonesas han dado ya todo lo que tenían en su interior. Hoy ha sido la ceremonia oficial: les he puesto unos cordones elásticos que tenía por ahí y se han convertido en el calzado de ir sin calcetines a la piscina ¿Puede haber un fin menos digno para unas zapatillas que tan buen servicio han prestado?



Últimamente las había reservado para las tiradas largas y/o tranquilas, ya que para las carreras y para las series (y más ahora que en los duatlones las distancias son más cortas y puedo permitirme algo menos amortiguado) estoy utilizando unas mixtas más ligeras, concretamente unas Mizuno Precission, por lo que sigo ligado a la marca nipona.

Esta mañana he ido a Running Bilbao, la tienda donde las compré (y donde me surto de calzado para correr), y después de probar media docena de zapatillas equivalentes en distintas marcas (Asics, Mizuno, Brooks, K-Swiss...), y tras explicarle a Unai que buscaba algo menos aparatoso y que favoreciera entrar un poco menos de talón a la pisada, he acabado por llevarme unas K-Swiss Max-Blade Glide. Probadas sobre la cinta (en la que prácticamente te "obliga" a correr antes de llevarte calzado nuevo), fueron las que más me convencieron, aunque estéticamente me llenaran más unas Asics en color naranja chillón que...

Ya os contaré qué tal van. Quizás las estrene mañana para una tirada corta con Julia. Estamos en semana de duatlón y, ya en jueves, no quiero darme una paliza, que me conozco. Y encima la carrera de este finde es en sábado.

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